Cuando somos madres nos preocupa todo de nuestros hijos, esa preocupación nace con ellos y ahí continua latente por muy mayor que se hagan. Las primeras preocupaciones comienzan al salir del hospital nos preguntamos si la ropita que lleva será la adecuada, si tendrá frío o calor, cuando llegamos a casa las preocupaciones se vuelven mayores, ya que los miedos se acentúan y nos volvemos casi histéricas por no decir locas por no saber en muchos momentos que hacer. Seguro que tú, si tú que me estás leyendo y tienes los mismos miedos que yo, seguro que te has levantado muchas noches de la cama y has puesto tu mano en su pecho para asegurarte de que respiraba, seguro que has estado velando sus sueños sin parpadear para que las pesadillas no molestaran su descanso, y seguro que has pasado los mismos nervios que yo el primer día que tuvo que ir al colegio. Todos estos miedos los hemos pasado todas alguna vez, y por mucho que nos los expliquen y nos hagan ver que no hay que ser tan alarmista suceden solos sin más de una manera espontánea, casi sin poder remediarlo.

A medida que se van haciendo mayores las preocupaciones y miedos van cambiando su aspecto, por regla general un niño sano cuando va al cole lo hace sin pañal, todas tenemos ese momento, ese en el que no sabemos si lo vamos a conseguir. Es por eso que un año antes o a poder ser antes nos armamos de valor e intentamos que el niño ya vaya por si solo al cuarto de baño, le compramos es orinal más original, e intentamos que por lo menos uno de sus pises sean dentro en lugar de fuera. Claro comienzan muchos más miedos, como, ¡se va hacer pis en el sofá! ¡Cuidado con la cama! Desde luego la cama se convierte en el lugar al que más miedo tenemos que se pueda hacer pis, más que nada porque los sofás se limpian con más facilidad, pero el colchón, seguro que solo de pensarlo ya te has puesto mala. Para ello siempre debemos estar preparadas como para todas las cosas que nos deparará el futuro de la mano de nuestros retoños, el remedio de uno de ellos está pinchando en el enlace asegurándonos por lo menos una cama muy limpia y aseada sin miedo a que pueda caer un pis.